Pranamat es una esterilla de masaje, pero detrás de ello, hay mucho más, no es una esterilla cualquiera, su sistema está patentado y está fabricada con materiales ecológicos.
Pranamat basa su funcionamiento en los principios de la reflexoterapia y la acupresión:
- Relajación profunda de los músculos
 - Estimulación de la circulación sanguínea y linfática
 - Efecto sobre los puntos biológicos activos
 - Producción de endorfinas
 
- Con el incremento del flujo sanguíneo se consigue una mayor saturación de oxígeno en el organismo.
 - La recuperación de la circulación linfática permite acelerar el proceso de limpieza del cuerpo y actúa como antiinflamatorio.
 - La relajación de los músculos elimina la tensión causante del dolor de espalda o cervicales.
 - La producción de endorfinas actúan como calmantes naturales, su efecto es analgésico.
 - Disminuye el nivel de ansiedad y aumenta el de satisfacción y tranquilidad.
 
- Dolor de espalda.
 - Dolor de cabeza.
 - Ayudar a dormir mejor.
 - Relajación.
 - Tonificar.
 - Antiestrés.
 - Celulitis.
 
Mi experiencia.
Al principio duele, es así, los masajeadores en forma de flor de loto son firmes, ello hace que los 2 primeros minutos apenas sea soportable, yo fui aumentado el tiempo poco a poco, hasta aguantar los suficiente para que el masaje sea placentero, es una sensación agradable de relajación, y comenzar a notar sus beneficios. Si el primer día no aguantas los 10/15 minutos que se recomiendan, no lo dejes, el siguiente día intenta que sean otro par de minutos más y así progresivamente, el día que menos imagines, estarás 15 minutos y notarás lo agradable que es y lo bien que te vas a sentir después.
Hay que usarlo sin ropa, o ropa muy finita si no puedes soportarlo.
Hace un mes aproximadamente me fui a volar y estuve con el cuello fatal, no me llevé la esterilla por no ocupar más sitio en la maleta y fue llegar a casa, usarla y notar total relajación, desde entonces me la llevo siempre, cuando llego de volar, gimnasio, si puedo darme un masaje y después mi ratito de pranamat y a dormir, es una pasada.









Vaya... Creo que me voy a tener que hacer con una por tu culpa!
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