Oslo

A mediados de la primavera pasada cambiaron un poco los planes, y terminé haciendo una serie de vuelos desde Oslo, algo que me encantó porque me apetecía mucho disfrutar de unos días "noruegos", el tiempo nos sorprendió gratamente, porque mientras en España la primavera no terminaba de asentarse, allí pudimos difrutar de una auténtica ola de calor, con más de 30º de temperatura, algo que nos hizo disfrutar de una ciudad veraniega y con sus calles llenas de vida, sus terrazas, y sus bares.
Oslo es una ciudad pequeña, en medio día has dado la vuelta, andando, a toda la ciudad, pero si quieres conocer algo más profundamente, lo más célebre es su parque de Vigeland, o más conocido como Parque de las esculturas, una de sus esculturas más célebres es la de ese niño con una rabieta, que se ha convertido en algo más que un símbolo de la ciudad, o su Monolito, una escultura vertical con más cuerpos entrelazados.




Una de las zonas que más me gustó de Oslo, fue el puerto, donde pude contemplar una gran vida, muchas familias con muchos niños, padres muy jóvenes con varios niños, cosa que también me sorprendió en el avión, que todo eran familias con niños, con bebés, con recien nacidos, pero familias, como digo muy jóvenes, una gran diferencia con España, que cada vez tenemos hijos más tarde.
La zona del puerto está llena de restaurantes, y unas grandes vistas a un fiordo, es una maravilla de lugar, para descansar, o para dar un paseo por todo el puerto y contemplar la puesta de sol, que cuando estuvimos no llegaba a producirse, ya que a las 3 de la mañana que era lo que más de noche se hacía (seguía siendo de día) comenzaba a amanecer, algo que nos vino genial, ya que todos los días que volábamos, nos recogían a las 5, y hace mucho que sea de día.



Paseando por sus calles, descubrimos mercados, puestos de libros, terrazas escondidas en callejones que se llega a ellas a través de tiendas de segunda mano, un maravilloso mercado de flores, me encantarón todos sus pequeños parques que tienen a lo largo de una ancha avenida que llega hasta el Palacio Real, todo cuidado, lleno de gente disfrutando el bueno tiempo, respetuosos, realmente en Oslo se respiraba todo diferente, tranquilidad, desasosiego, calma y relax, me gusta mucho su cultura y su forma de vida, y cuando miro hacía acá otra vez, veo todo el camino que nos falta por recorrer, siempre digo que amo vivir en Madrid, pero todavía tenemos mucho que mejorar y mucho que aprender, especialmente en educación.

No tengo muchas fotos, porque me dejé el móvil en el hotel (tonta de mi) cuando salimos a todo correr para poder coger el tren, así que... tristemente esto es lo que hay!!

8 comentarios :

  1. A mi Oslo me encantó...bueno, Noruega entera me encantó! jijiji

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  2. Una ciudad a la que le tengo muchas ganas! A ver si no tardo mucho en ir! (no andando claro) jajaja

    WomanToSantiago

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  3. Qué ganas de visitar Oslo! :) Un besote!

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  4. Le tengo muchas ganas a Oslo!!!! oye cuando quieras provocamos un encuentro inesperado, jajajjaja!

    Besos rojos por doquier ;)

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  5. Mi mejor amiga está de Erasmus en Oslo y en febrero iré a verla :))))

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  6. que maravilla de fotos, me encanta

    necesito llegar a 1000 seguidores en facebook para realizar un interesante proyecto, soy @lessismore ¿me ayudas?
    www.lessismoreblog.com

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